Algunos de los inductores de colágeno que más estamos utilizando actualmente son el ácido hialurónico tipo “skinbooster” y el ácido poli-L-láctico (o poliláctico). Ambos principios activos destacan por su alto grado de seguridad y eficacia.
Al infiltrar inductores de colágeno estamos estimulando los fibroblastos propios de la piel de nuestros pacientes. Los fibroblastos son las células encargadas de producir elastina y distintos tipos de colágeno.
¿Para qué sirve este tratamiento?
- Mejorar la calidad de la piel en pacientes jóvenes, que sólo buscan una hidratación profunda de la piel.
- Hacer un rejuvenecimiento de la piel madura cuando ésta presenta arrugas finas y los primeros signos de envejecimiento.
- Conseguir un efecto tensor de forma mínimamente agresiva, pues solemos aplicar estos inyectables con cánulas o agujas muy finas. A veces usamos el término “hilos líquidos” para referirnos a este tipo de tratamientos, pues pueden llegar a ser muy eficaces en su acción tensora