Los tratamientos de Medicina Estética están abriendo un nuevo campo de actuación mucho más agradecido que la simple eliminación de arrugas: luchar contra la flaccidez facial. Los estudios más recientes de rejuvenecimiento coinciden en la importancia de reafirmar tejidos y siempre me gusta comentar a mis pacientes que la flaccidez envejece más que las arrugas.

Uno de los tratamientos más modernos de que disponemos cuando vamos a hacer un tratamiento de rejuvenecimiento facial son los inductores de colágeno. Los inductores de colágeno son sustancias que estimulan los fibroblastos de nuestra piel para que generen un nuevo colágeno que sustente los tejidos contra la acción de la gravedad. Este producto se aplica directamente reforzando las líneas de tensión de la piel facial y aportar un aspecto mucho más fresco y juvenil, a la vez que natural.

El fosfato tricálcico (Atléan®) es el inductor de colágeno más reciente y eficaz. Se trata de un gel estéril que se aplica mediante varias infiltraciones intradérmicas en determinados puntos estratégicos de la anatomía facial, de modo que vamos reforzando los puntos de anclaje de las líneas de tensión para evitar el aspecto cansado y fláccido del contorno facial.

El tratamiento con fosfato tricálcico se puede realizar en consultas de Medicina Estética y no es necesario contar con un quirófano, por lo que evitamos multitud de riesgos e incomodidades para el paciente. Además, se trata de una auténtica bioestimulación cutánea, pues estimula a la piel del paciente para que produzca colágeno propio, mucho más eficaz que el colágeno sintético que se usaba hace años.

Dr. Eduardo de Frutos