ÁCIDO HIALURÓNICO, REJUVENECIMIENTO FACIAL

Ácido hialurónico, ¿puede ayudarme a recuperar la juventud?

Ácido hialurónico.¿Existe algún tratamiento para recuperar la juventud perdida? ¿Puede ayudarme la Medicina Estética a recuperar para mi piel un aspecto luminoso y rejuvenecido? ¿Por qué se asocia la exposición solar a un envejecimiento prematuro de la piel cuando siempre hemos oído que el sol era un signo de salud? A lo largo de este artículo, responderemos a todas las dudas que surgen en torno a la hidratación de la piel y la utilización de ácido hialurónico para este propósito.

Actualmente entendemos que la piel envejece por medio de dos mecanismos bien estudiados: el “cronoenvejecimiento” y el “fotoenvejecimiento”. “Cronoenvejecimiento” es sencillamente el paso del tiempo, por lo que es inevitable, aunque sí podemos mitigarlo con ciertos hábitos de vida que activan las sirtuinas.

Por otro lado, “fotoenvejecimiento” es el envejecimiento de la piel causado por la luz solar. Obviamente, esto lo podemos evitar más fácilmente. La luz solar entraña una serie de daños moleculares y estructurales en la piel, como inflamación, disminución en la síntesis de colágeno, engrosamiento o proliferación de la epidermis (parte superficial de la piel), degradación incompleta de fragmentos de colágeno y oxidación de proteínas. Es un fenómeno complejo que implica la participación de todos los elementos de la piel, aunque quizá lo más característico es la pérdida progresiva en la concentración de ácido hialurónico. Se considera que tomar el sol sin la protección adecuada es comparable al daño del tabaco, tanto desde el punto de vista estético como de salud.

Ácido hialurónico, ¿el elixir de la eterna juventud?

Desde hace unos años, los científicos que investigan el envejecimiento están gratamente sorprendidos con las inusuales características de la rata-topo desnuda africana, que puede vivir en promedio 30 años, diez veces más que otros roedores. Una de sus características más significativas es la altísima concentración de ácido hialurónico que han encontrado en todos sus tejidos. También en los tejidos humanos podemos encontrar grandes cantidades de ácido hialurónico, sobre todo en los niños y adultos jóvenes que no han sufrido excesiva exposición solar.

Técnicamente, el ácido hialurónico es un polisacárido con función estructural y que alcanza grandes concentraciones en las articulaciones, los cartílagos y la piel. Debido a su textura viscosa, presenta la propiedad de retener grandes cantidades de agua y de adoptar una conformación molecular muy útil a la hora de acojinar o lubricar. Su función en la dermis (la capa media de la piel) es rellenar los volúmenes perdidos, estimular la formación de colágeno y aportar un aspecto mucho más luminoso y esponjoso.

El ácido hialurónico en los rellenos faciales

Uno de los primeros signos del envejecimiento facial es la atrofia de los tejidos blandos y la consiguiente flacidez. En cuanto a la pérdida de tejidos blandos, nos referimos a dos niveles: la dermis (capa media de la piel) y la grasa (depósitos grasos, situados entre la dermis y el hueso subyacente, que aportan los volúmenes y las formas que caracterizan nuestros rasgos). La pérdida de hidratación en la dermis se traduce en arrugas, mientras que la pérdida de grasa más profunda da lugar a surcos y flacidez.

Una de las primeras técnicas que desarrolló la Medicina Estética fue el “relleno facial” y, pasadas ya varias décadas, hemos asistido al uso de varios materiales de relleno, tanto permanentes como reabsorbibles. Actualmente, manejamos los rellenos más seguros y las técnicas más eficaces, por lo que hemos convertido el “relleno facial” en un arte que aporta grandes beneficios y satisfacciones, tanto para el médico como para el paciente.

El relleno facial es una técnica ambulatoria. Esto significa que se realiza en consulta, sin cirugía, y es un procedimiento rápido y seguro. Generalmente se utiliza un anestésico local para garantizar el máximo bienestar del paciente. La recuperación es rápida, y en la mayoría de los casos, el paciente puede seguir con su vida social y laboral con total normalidad.

El ácido hialurónico como factor de hidratación cutánea

La cara, el escote y el dorso de las manos son las zonas más expuestas al sol. Sufren durante todo el año los efectos de la oxidación y deshidratación propios del fotoenvejecimiento, por eso requieren tratamientos muy específicos:

-Rehidratar: uno de los tratamientos más agradecidos en Medicina Estética es la restauración de la piel, sin sufrir los cambios tan visibles que puede suponer un relleno. Aportar a la dermis ácido hialurónico de alta concentración, en forma de macromoléculas, para conseguir una hidratación profunda. Para ello utilizamos el mejor producto que existe hoy día en el mercado, Restylane Skinboosters Vital®. Se han realizado más de 20 millones de tratamientos con este producto en todo el mundo, cumpliendo todos los máximos de seguridad y eficacia en cualquier tipo de piel.

Siempre digo a nivel coloquial que el ácido hialurónico son pequeñas esponjitas que retienen toda la hidratación que necesita la piel. Es fundamental para iniciar un tratamiento de rejuvenecimiento.

-Revitalizar: se ha comprobado en varios estudios científicos que la infiltración de ácido hialurónico en la dermis no sólo debe su efecto rejuvenecedor a su potencial hidratante y voluminizador, sino que también estimula la producción del colágeno perdido, mediante el “esponjamiento” de los fibroblastos (las células que se encargan de sintetizar el colágeno original). Por otra parte, también hemos observado que la infiltración de relleno favorece la proliferación de los factores de crecimiento cutáneos (imprescindibles para regenerar los tejidos dañados) e inhibe una enzima implicada en la pérdida del colágeno, por lo que se ralentiza el proceso natural de envejecimiento.

Este doble efecto (rellenador y estimulador) explicaría por qué los beneficios del ácido hialurónico son acumulativos; es decir, se notan más pasado cierto tiempo desde que se ponen las inyecciones -entres seis meses y un año- y cuando se han realizado varias sesiones de tratamiento.

Nuevas técnicas con ácido hialurónico

El desarrollo de las nuevas tecnologías en la industria farmacéutica no tiene límites y somete los productos que usamos habitualmente a un constante desarrollo y evolución. A pesar de que ya estamos usando excelentes presentaciones de ácido hialurónico, surgen nuevos lanzamientos que nos permiten desarrollar técnicas más avanzadas de infiltración.
Un ejemplo claro es la técnica de “efecto W” descrita recientemente por el Dr. Eduardo de Frutos, que combina la técnica clásica de Voluminización con la técnicas más modernas de Vectorización. Para conseguir un resultado estético óptimo con este tipo de técnicas, es preciso usar ácido hialurónico con la tecnología más avanzada en su proceso de reticulación, aprovechando los dextranómeros para estimular la síntesis de colágeno nuevo.



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