Lifting sin Cirugía

Lifting sin Cirugía: los nuevos hilos tensores

La utilización de hilos tensores para hacer lifting sin cirugía es una práctica habitual desde hace décadas, tanto para tratar la flacidez facial como la corporal. Pero su uso siempre ha sido polémico y ha estado sujeto a modas, sobre todo con ciertos materiales que hoy están en desuso.

Desde hace algo más de 2 años, se ha puesto de moda una nueva generación de hilos reabsorbibles de polidioxanona (PDO), que pertenecen al campo de la Medicina Regenerativa, ya que su función es aportar el estímulo necesario para que la propia piel del paciente produzca de forma natural el colágeno (neocolagenesis), responsable de reposicionar los tejidos y aportar firmeza.

La polidioxanona (PDO) es un material de sutura ampliamente utilizado por cirujanos cardíacos desde hace más de 3 décadas, lo que demuestra su gran resistencia y un perfil de seguridad indiscutible. Su uso en Medicina Estética ha sido desarrollado por médicos estéticos coreanos, que han ideado un sistema de aplicación dérmica siguiendo las líneas de tensión de la piel. La infiltración de estos “hilos mágicos” de PDO estimula la formación de colágeno por parte de la propia piel, por lo que dichas líneas tensoras reposicionan el tejido y corrigen la flacidez incipiente (efector lifting sin cirugía).

¿Cuántos tipos de hilos se pueden usar?

Debido al enorme boom que han tenido los hilos tensores, disponemos en el mercado de varios tipos de hilos, cada uno con indicaciones diferentes.

Hilos lisos: son los primeros que empezamos a usar y son lo más parecido a un hilo de sutura convencional. Su función no es mecánica, sino biológica: estimulan la formación de colágeno nuevo en la dermis media, en un proceso que dura entre 1,5 y 2 meses.

Disponemos de varios tamaños, según la zona que queramos tratar (desde pequeños retoques en el párpado hasta tratamiento de zonas corporales completas).

Hilos espiculados (tipo COG): disponen de pequeñas espículas en toda su longitud, orientadas en sentido contrario a las líneas de gravedad, por lo que ejercen un efecto mecánico inmediato. Están fabricados con el mismo material de PDO, así que también tienen un efecto biológico de neocolagenesis y su mejor efecto estético se aprecia pasados 2 meses. Además, estos hilos se pueden combinar con hilos lisos en el mismo tratamiento.

-Otros: hilos multifilamentos, trenzados, con conos,… En mi experiencia, es mejor simplificar las técnicas, por lo que haciendo un uso correcto de hilos lisos y espiculados podemos conseguir excelentes resultados con los mínimos efectos secundarios.

¿Qué zonas podemos tratar?

Aunque desde su lanzamiento en España los hilos tensores PDO se han orientado al rejuvenecimiento facial, estamos obteniendo excelentes resultados en el tratamiento de flacidez corporal, especialmente en cuello, abdomen, glúteos y brazos. Hay algunos casos de tratamiento de mamas, aunque todavía no disponemos de suficientes casos para poder asegurar su eficacia y seguridad.

¿Cuándo?

La indicación de los hilos tensores PDO es realzar los tejidos que sufren las consecuencias de la flacidez incipiente, con lo que se consigue un rejuvenecimiento casi inmediato a nivel facial y corporal, en una sola sesión y de forma ambulatoria (sin pasar por el quirófano).

Cada vez hablamos más de la importancia del lifting sin cirugía, de tratar la flacidez antes que las arrugas, y uno de los grandes retos de la Medicina Estética actual ya no es sólo quitar arrugas, sino recuperar la elasticidad y capacidad tensora que aporta el colágeno intrínseco de una piel joven.
Dr. Eduardo de Frutos



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